Monday, March 02, 2009

E L O V N I

HACE VARIOS AÑOS CUANDO INICIÉ A ESCRIBIR SOBRE FENOMENOS PARANORMALES Y EN BUSCA DE INFORMACION SOBRE LA TIERRA HUECA UN AMIGO ME DIO INFORMACION SOBRE UNA MUJER QUE HABÍA ESTADO EN EL INTERIOR DE LA TIERRA. ME PUSE EN CONTACTO CON ELLA Y ME COMPARTIÓ ALGUNAS DE SUS EXPERIENCIAS. eSTA QUE LES COMPARTO TIENE RELACIÓN CON VISITANTES EXTRATERRESTRES:
IN MEMORIAM LETY GALLEGOS

16 DE SEPTIEMBRE DE 1993

Era el medio día y me encontraba en Tepic en compañía de una amiga y mi hija Giselle Aitxiber. El tiempo estaba cambiando pues el cielo se puso oscuro y los relámpagos hicieron su aparición.
Nos apresuramos a terminar de hacer las cosas que teníamos pendientes, comimos de prisa e iniciamos el viaje de regreso a Puerto Vallarta. Eran las 17:00 horas cuando íbamos entrando a la ciudad. Tomamos el camino del Pitillal, población satélite y cuando nos encontrábamos a la altura del “Restaurante Boca de Río” mi amiga dice, mira Lety hay una extraña luz sobre el restaurante por qué no te paras para observar.
Detuve el automóvil, mi hija venía dormida en el asiento trasero y no quisimos despertarla.
La extraña luz en un principio era cuadrada y de color naranja, pero a ratos parecía redonda y cambiaba de forma y color, nos dimos cuenta de que de frente a nosotros venía otra luz y parecían hacerse señales. Avanzó hacia el aeropuerto, nos subimos de prisa al vehículo, mi hija despertó y se inició la persecución. Mi amiga llevaba medio cuerpo fuera del carro y mi hija sentada en la ventanilla, al agarrar la curva de los Condominios de Vallarta 750 y sobre los árboles de Mango venía de frente a nosotros una burbuja luminosa parecida a una pompa de jabón.

La burbuja debía de tener un diámetro de dos metros, los colores eran como tornasol y transparente pues podíamos ver que al centro tenía una fuente de energía y había dos seres dentro de la pompa, uno de cada lado del centro energético.

Mi hija estaba muy emocionada y gritaba, recuerdo muy bien que decía: Mamá………La nave esta sacando las patitas, refiriéndose al tren de aterrizaje y yo que era la que iba manejando, alcancé a ver que los árboles de Sauce del otro lado del río se abrían para dejar planetizar a la nave.


La nave pasó sobre nosotros y rozando las copas de los árboles. Me apresuré a dar la vuelta en U para llegar hasta el lugar en donde había planetizado. Nos bajamos del auto e intentamos cruzar el río pero como acababa de llover era imposible hacerlo, así que rodeamos por varias partes para acercarnos lo más posible al lugar.

Ya en esos momentos. había caído la noche, así que desistimos de seguir buscando e intentando acercarnos al lugar de los hechos. Nos dirigimos a nuestra casa pero era extraño no podíamos hacer nada, nuestra mente estaba ocupada con lo que acababa de suceder y sólo acatábamos a volver a mirarnos una a la otra.
¡En fin, no se podía hacer nada! Teníamos que esperar al nuevo día, así que nos tiramos a la cama a descansar.
Descansar, fue un decir pues no pude dormir ni un solo segundo, pero yo no fui la única, pues ni mi amiga, ni mi hija habían podido hacerlo.
Yo tenía fija las imágenes de lo que había visto y además me asaltaban flashes de la nave planetizada y los seres descendiendo de ella, sus trajes eran azul fuerte y sobre sus rostros había una especie de máscaras también azules.
Las máscaras eran cuadriculadas y en tonalidades azules como el lapislázuli, sólo podía ver sus enormes ojos muy brillantes. Ellos recogían muestras de la tierra y me veía a mi misma preguntándoles que hacían y si podía ayudar en algo.
Nunca me respondieron, solo voltearon a verme y continuaron en su labor. Comentamos entre las tres todas las cosas que asaltaban nuestra mente pero en cuanto pudimos nos fuimos al lugar en cuestión.
Nos encontramos con un sitio en construcción, había mucha gente trabajando. Tratamos de ubicar el lugar, tomando como referencia la curva y los edificios de Vallarta 750. Rastreamos centímetro a centímetro todo el lugar. Un lote se encontraba sembrado de maíz y las plantas no nos cubrían ni los zapatos.
Cansadas de tanto escudriñar decidimos dejar la búsqueda y nos fuimos al comedor de los trabajadores en donde nos tomamos un refresco. Y nos pusimos a escuchar las pláticas de las personas que ahí se encontraban, fue así como nos dimos cuenta de que los trabajadores que se quedaron a dormir esa noche habían visto luces sobre el sembradío de maíz.
Pasaron 5 días cuando decidimos regresar al lugar pero en compañía de otro amigo a quien le habíamos narrado los hechos y estaba muy interesado en ir y buscar el mismo alguna prueba.
Pero ya no teníamos que buscar más, estaba frente a nosotros, LAS PLANTAS DE MAÍZ NOS CUBRIAN COMPLETAMENTE.
En tan solo cinco días de medir escasos 10 centímetros habían crecido hasta casi dos metros.

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